jueves, 17 de julio de 2008

De profesión: Jugador de Rol


ADVERTENCIA IMPORTANTE:

En este artículo me voy a convertir en adalid del tópico fácil, de la comparación cogida con pinzas y del chascarrillo sarcástico de la más baja estofa. YO personalmente he sido en algún momento de mi vida todos y cada uno de los personajes aquí descritos. Por lo tanto, que nadie se me ofenda si se siente identificado, ya que el propósito del artículo no es hacer una crítica social sino reirnos un rato con situaciones que todos los Roleros hemos vivido en algún u otro momento. ¡Pasen y vean, damas y caballeros!

FIN DE LA ADVERTENCIA IMPORTANTE.

Ah, los juegos de Rol. Para algunos, las puertas del Valhalla de la imaginación. Para otros, una epidemia a erradicar. Para la mayoría, un confuso concepto que no saben muy bien cómo coger a no ser que la tele y periodistas de la talla de Maria Teresa Campos les digan lo que deben pensar.

Los que llevamos un tiempecito en esto de los juegos de rol (léase: "años"), las hemos visto de todos los colores. Sin embargo, sobre el tema de la persecución y la desinformación de los juegos de rol hablaré en otro artículo de aire menos jocoso. Hoy, lo que pretendo es hacer una lista de "Clases de Personaje" enfocada en los diferentes tipos de jugadores de rol que me he encontrado a lo largo de los años.

Cada clase de personaje tendrá las siguientes características:
  • Título: De alguna forma hay que llamarlos, pobrecicos.
  • EcoSistema: Lugar donde suele habitar el espécimen o, en otras palabras, los tipos de juegos a los que suele jugar.
  • Peligrosidad: Nivel de probabilidades de que el sujeto le amargue la vida al master y al resto de jugadores. La peligrosidad se divide en:
    • Muy baja (le coges cariño y todo)
    • Baja (Suelta alguna destacable de vez en cuando, pero por regla general no suele ser muy problemático)
    • Media (Empieza a ser mosqueante. Algunos jugadores de peligrosidad media han llegado a joder alguna partida)
    • Alta (¡Danger, danger! Si eres el master y quieres arriesgarte, allá tu pero no digas que no te avisamos)
    • Muy alta (Si eres el master y lo invitas a una partida, es que eres sadomasoquista)
    • Extrema (Si lo veis por la calle y no lo apedreáis, no merecéis respirar)
  • Frase póstuma: El legado que suele dejar este tipo de jugador cuando acaba (si es que acaba) una campaña.
Y ya sin más dilación, iniciemos nuestro experimento antropológico por lo más florido de la fauna rolera de pro que ha pululado por estas nuestras ciudades:

Clase de jugador 1: Barbilampiño Leal
Este personaje es la primera vez que intenta jugar a rol. Ha oído campanas e incluso se ha leído algún libro de los de "Elige tu Propia Aventura" versión Dungeons y el básico del Señor de los Anillos, pero jamás había encontrado a nadie con quien jugar. Encomendándose a los dioses, un día decide plantarse en un centro cívico donde ha oído que juegan a rol cargado de ilusión y superando su timidez natural. Que tenga éxito o no en este difícil periplo, sólo el tiempo lo dirá.

Ecosistema: No definido. Acaba de salir del huevo, por lo que todavía no tiene claro el entorno en el que su vida será más feliz.
Peligrosidad: Muy Baja. Normalmente, hasta que sube de categoría se queda callado en las partidas, y si interviene normalmente es para intentar ayudar en todo lo posible y con mucha ilusión. Si la caga, el master y el resto de jugadores NORMALMENTE lo entienden y le ayudan a encauzar sus torpes y primerizos pasos.
Frase póstuma: "¡Osti, tíos! ¡Cómo me ha molado! ¿Cuando volvéis a quedar? ¿Mañana? ¿Pasado? ¿A qué juegos jugaréis? ¿Qué me tengo que comprar? Bla, bla, bla, bla...."
Clase de jugador 2: Barbilampiño "Casual". (aka "vengo a reirme de vosotros").
Este tipejo, al igual que el caso anterior, jamás ha jugado a rol, pero ahí acaba toda similitud. Normalmente será un sobrao que no abre un libro ni de coña pero que en cambio se sabe las alineaciones de todos los equipos de tercera regional. Un día, sin saber por qué, te lo encuentras en una partida. Esto puede ser debido a que es el primo/hermano/sobrino/amante de alguno de tus jugadores o que simplemente el tipo quería ver con sus propios ojos a una horda de frikis en su elemento.

Ecosistema: Nulo. Este tipo normalmente no suele aparecer más después de la primera sesión. Una vez en nuestro club nos vino un skin con camisetilla de Lonsdale y actitud nazi y se encontró rodeado por un grupo de heavies roleros. Aquella sesión no la olvidaré nunca.
Peligrosidad: Extrema. Durante tooodo el transcurso de la sesión de juego se marcará como objetivo arruinar la partida, con comentarios "chisposos", riéndose de los demás, hablando por el móvil, etc. Si los jugadores son educados (léase "pardillos"), acabarán la partida antes de hora y harán un mutis silencioso sin despedirse del interfecto. Si no lo son, modificarán el transcurso de la partida para conseguir cachondearse de él y que se vaya del club con la cabeza más gacha que un avestruz borracha.
Frase póstuma: "Buah, nengs. Esto es un poco chorras, ¿no? ¿No os da vergüenza jugar a esto? ¿Ya tenéis novia? Deberíais salir más por ahí. ¡Ay, ay, ay. No me peguéis en la cabeza, questoy estudiando! "

Clase de jugador 3: Viuda Negra. (aka "novia no-rolera de jugador").
Otra que tal baila. Cuando un jugador habitual se trae a su (normalmente) reciente novia para que vea un poco qué es eso de "jugar al rol", se le acostumbra a dar una ficha pregenerada sencillita y cuatro instrucciones por encima para que se haga una idea. Por regla general, ella JAMÁS interviene en la partida más que para poner cara de asombro/hastío, dícese también cara de "pensar que no hemos ido al cine a ver Sex and the City por venir aqui...". El resto de jugadores estarán francamente incómodos por la presencia de la fémina y las sobre/supra-actuaciones estarán a la orden del día.

Ecosistema: Nulo. Al igual que la clase de jugador 2, la Viuda Negra sólo irá a la primera sesión y no se le verá más el pelo, pero a diferencia del ejemplo anterior, ésta tiene un curioso efecto secundario llamado "agujero negro" que arrastra con ella al jugador-novio, desapareciendo éste también de las futuras sesiones.
Peligrosidad: Muy alta. Normalmente, la viuda negra jode una partida sin tener que hacer nada más que estar presente y no abrir la boca. El resto de jugadores, preocupados por que la chica se lo pase bien, sudarán la gota gorda por hacer la mejor sesión rolera que se haya hecho jamás (con fracaso evidente).
Frase póstuma: "Cariño, ¿falta mucho para que acabe?" (Detonante para cerrar ipso-facto la sesión).

Clase de jugador 4: Juez Dredd.

Este tipo de jugador SÓLO hace de Master. Jamás en la vida se ha planteado la posibilidad de juntarse con la "plebe" y hacer de jugador, dado que nadie sería capaz de dirigir una partida con la maestría con que él dirige. Se auto-erige en juez, jurado y verdugo por la gracia de Dios y sigue con fe ciega todas y cada una de las reglas del manual. Si un jugador intenta algo no contemplado por las reglas, es que no puede hacerse. Odia los juegos del sistema narrativo porque en sus manuales no hacen más que hablar de la interpretación en lugar de acotar claramente lo que un jugador puede o no puede hacer. Cada noche reza cuatro padrenuestros frente a su manual básico de RoleMaster.

Ecosistema: Rolemaster, Advanced Dungeons & Dragons y poco más. Básicamente, aquellos que tengan enormes listado de pericias, tablas de críticos y similares de forma que él jamás tenga que improvisar nada que no aparezca en el manual.
Peligrosidad: Baja la primera sesión. Muy alta en adelante. Esto merece una explicación. Normalmente, este tipo de masters dedican meses a preparar su campaña al dedillo, planificando incluso los grabados que tendrán las armaduras decorativas del salón del trono del castillo de Catapum. En la primera sesión, los jugadores sienten que ese tío tiene un control perfecto de la partida y creen que la campaña va a ser la ostia, pero en cuanto un jugador suelta lo de "oye, en vez de ir a la posada donde buscan aventureros, me voy al templo a rezar un poco", el Juez Dredd entra en modo Berserk y le deja muy claro al pobre infeliz que DEBE ir a la posada y además tirar el dado para calcular cuántos metros se mueve por turno.
Frase póstuma: "No puedes hacer eso. Pues porque el Master soy yo y si no te gusta, no juegues a mi partida".

Clase de jugador 5: DiceSheet-Man
Uno de los elementos más comunes en las partidas con jugadores de poca experiencia. Estos jugadores normalmente ignoran completamente el concepto de "personaje". Para ellos solo existe "LA FICHA". Se preocupan más de cuántos puntos de Fuerza tendrá su guerrero que en plantearse la vida y milagros del mismo, si tiene o no familia o un lugar donde acudir durante las partidas, etc. Sus personajes siempre son más planos que la hoja de papel donde está escrita la ficha, pero normalmente los DiceSheet-Man le ponen una ilusión tremenda a la partida, repasando una y otra vez la ficha para ver si alguna de sus habilidades le servirá para salir de la situación actual, en vez de intentar ponerse en la piel de su personaje.

Ecosistema: Los Dice-Sheet-Man pululan por todos los juegos de rol que tengan dados. Ya sea en Dungeons & Dragons (su favorito) o en la saga del World of Darkness, si su personaje tiene características en formato numérico y dados que tirar, ése es su entorno.
Peligrosidad: Baja/Media. Algunos de los Dice-Sheet Man se emperran en torturar al pobre master cada dos por tres pidiendo poder tirar sobre alguna de sus características, pese a los comentarios del sufrido director de juego indicándole que mejor haría en pensar como su personaje. Sin embargo, otros intentan participar en la partida y sólo acuden a su modus operandi habitual cuando se encuentran en situaciones que no saben resolver interpretando.
Frase póstuma: "Master: Os encontráis en una habitación con un grabado del sol en la pared izquierda, uno de la luna en la derecha y una puerta cerrada en la de enfrente. ¿Qué haceis?. DiceSheet-Man: ¿Tengo algo en mi ficha que pueda tirar para saber qué hacer?"

Clase de jugador 6: Kenneth Brannagh.

El caso opuesto de la clase de jugador anterior. Para él, jugar a rol es SÓLO interpretar un personaje. Cuando ve un dado de 6 caras le entran sudores fríos, y si ve uno de 20 caras implosiona sobre sí mismo o sufre un tumor cerebral. Normalmente, sólo le interesan los juegos de rol en vivo, pero si alguna vez le obligan a jugar a uno de mesa siempre escogerá alguno en el que poder dar rienda suelta a sus apabullantes dotes interpretativas. Cuando les pides que te hagan un historial del personaje antes de empezar la partida, se te presenta con un trabajo de 500 folios que además insistirá en ampliarte de propia voz.

Ecosistema: Juegos de Rol En Vivo, Unknown Armies, Kult, La llamada de Cthulhu. No le menciones Dungeons and Dragons si no quieres que te escupa.
Peligrosidad: Muy baja / Muy Alta. Es el mejor jugador que te puedes encontrar en un rol en vivo, porque la ilusión que le pone a interpretar arrastra a muchos otros a soltarse un poco más y perder la timidez dando lugar a sesiones cojonudas que se recuerdan durante años. Pero como le de por acompañarte en una sesión de un juego de rol de mesa tipo Señor de los Anillos o Dungeons, prepárate para que acapare por completo la atención de la partida relgando a un segundo plano al resto de jugadores. Ah, y no se te ocurra sacar los dados.
Frase póstuma: "Antes de empezar a jugar, ¿ya tienes los historiales de todos los jugadores? ¿Has pensado cómo vamos a establecer las relaciones de inicio y cómo van a madurar estas? Permíteme que te remita a la página 237 de mi historial, donde bla bla bla bla...

Clase de jugador 7: Egoistum Morrilargum MoscusCojonerus
Este tipo de jugador normalmente NO juega en las sesiones sino fuera de ellas. Me explico: el interfecto se dedica entre semana a perseguir al Master con llamadas de teléfono o quedando para tomar un café, momento en el cual aprovecha para convencer al pobre master de jugar una mini-sesión para acabar un temilla pendiente off-topic que no tenía que ver con el resto de jugadores. El resultado de esto es que cuando llega a la sesión del fin de semana, aparece con tres niveles más y cargado de tesoros hasta las cejas, ante el estupor y consiguiente enfado del resto de jugadores, que en vez de apedrearlo a él, la toman con el pobre Master por permitírselo.

Ecosistema: Muy variado, pero normalmente se centran en mundos donde abunden los secretos milenarios y el manejo de información privilegiada. Vamos: que le encanta jugar a Vampiro y convencer al Master fuera de sesiones para que su personaje tenga una entrevista con el mismísimo Absimiliard para que le entregue la lanza Longinus con la que mataron a Cristo y entonces poder andar bajo el sol, etc etc.
Peligrosidad: Muy alta. Si es inteligente, administrará con sutileza sus "trampas", pero por norma general, el Egoistum Morrilargum está deseando que llegue el fin de semana para fardar ante los otros jugadores, provocando que éstos abandonen la partida.
Frase póstuma: "No, si sólo hemos acabado de jugar una parte de mi historial de antes de que empezara la partida y si, ahora tengo True Faith, cosa que no tenía en la sesión anterior, pero es que..."

Clase de jugador 8: Obelix

Este no viene a jugar. Viene a comer y, ocasionalmente, a beber/fumar. Este tipo de jugador ignora completamente el juego al que está jugando siempre y cuando haya doritos, pipas, cerveza y donuts en abundancia. A veces incluso está más preocupado por liarse un porro que por la partida en sí, llegando a alcanzar estados de embriaguez notables que pueden derivar en una partida cojonuda o en un morrocotudo desastre. (Yo he visto a una master cerrar una sesión de Cinco Anillos ante la imposibilidad de continuar por el globazo descomunal que llevábamos todos).

Ecosistema: El super de debajo del centro cívico.
Peligrosidad: Baja. Normalmente, no molesta a no ser que se acaben las provisiones. Entonces insitirá en parar la partida para re-aprovisionarse.
Frase Póstuma: No tiene. Normalmente habla con la boca llena o borracho y no se le entiende.

Clase de jugador 9: Neutral auténtico.
Todo el resto de clases de jugador que he puesto en el artículo son excepciones. Normalmente, el 80% de los jugadores pertenece a esta categoría, que simplemente significa que tienen un poco de una o varias de las clases de jugador 1 a 8. Vamos, que todos hemos sido en algún momento tira-dados, aguanta velas, nos hemos creído Shakespeare o hemos intentado mejorar la ficha con trampillas. No hay que avergonzarse de lo que uno es.
Ecosistema: Muy Variado.
Peligrosidad: Cualquiera según el día, juego, humor, estado etílico, etc.
Frase póstuma: Cualquiera que se os ocurra.

Y fin. Estos son, a bote pronto, los tipos de jugador que me he ido encontrando personalmente a lo largo de mi vida y alguna de las facetas que yo mismo he desarrollado según el momento y el humor que tuviera. ¿Y vosotros? ¿Os habéis identificado con alguno? ¿Podéis aportar alguno nuevo?

4 comentarios:

  1. Jejeje, muy buen artículo. Me quedo con la frase "Cuando ve un dado de 6 caras le entran sudores fríos, y si ve uno de 20 caras implosiona sobre sí mismo o sufre un tumor cerebral", bruticial...

    Lo que no puedo ni concebir es lo de los borrachuzos en 5 Anillos, como lo diría...Inconcebible! xDDD

    La verdad es que durante tu vida rolera pasas por varias fases (aunque espero no pasar nunca por las de cabronazo jodepartidas), así que casi todos los que llevamos un tiempecillo pertenecemos a la clase Neutral Auténtico.

    A ver si se me ocurre alguna más y la comento.

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  2. Jajajaja,hasta yo que no juego reconozco algún que otro especimen.....

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  3. Eso de que no juegas es porque no quieressssssssss

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  4. COJONUDO HAS DADO DE LLENO . PERO COMO SIEM PRE HAY UN PERO... Y EN ESTA OCASION EL PERO ES EL PJ GAGAO PEÑAZO PLOMIZO QUE HACE UNA COSA DIVERTIDA COMO UNA BUENA PARTIDA , ALGO ETERNO E INSUFRIBLE. UN SALUDO CAMPEON.

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