Con motivo del inminente estreno de la película "Wanted", protagonizada por Angelina Jolie y Morgan Freeman, me picó la curiosidad por la novela gráfica del autor Mark Millar con dibujos de G.J. Jones en que está basada. Así que, ni corto ni perezoso, decidí echarle un vistazo. Ahí van mis conclusiones:
La idea de la historia en sí es bastante atractiva: En una especie de realidad alternativa de nuestro propio mundo, los superhéroes y los supervillanos iban a la greña desde hacía muchos años. Finalmente, a finales de la década de los 70, los supervillanos decidieron hacer un frente común y se cargaron a casi todos los superhéroes del planeta. A aquellos que dejaron vivos, les borraron la memoria para convertirlos en personas grises, ciudadanos normales sin ningún recuerdo de sus vidas pasadas. Del mismo modo, eliminaron todo recuerdo de la gran guerra de las mentes del resto de ciudadanos del mundo.
Hoy en día, el mundo está dominado por cinco grandes organizaciones de supervillanos, operando desde las sombras dado que lo último que quieren es llamar la atención sobre su existencia. En todo este meollo, el protagonista de la historia (Wesley Gibson), es un mindundi sin ningún tipo de propósito en la vida más que levantarse, comer, trabajar y dormir. Todo el mundo le chulea, su novia le pone los cuernos y cada día se plantea el sentido de su existencia... hasta que conoce a "La Zorra": una asesina profesional que le introducirá en una de las cinco grandes organizaciones de supervillanos debido a que el padre de Gibson, de quien no sabía nada desde que era un niño y que resultó ser el mejor asesino del mundo, había sido ejecutado la noche anterior. A partir de aquí, Wesley descubrirá un mundo de violencia sin moral en el que se moverá a sus anchas.
Y ahora, mi opinión: El cómic es una auténtica salvajada, no sólo por el nivel de violencia que muestra (casi casi llega al de "Predicador", aunque sin alcanzar la barbarie de este último), sino más bien por la completa falta de cualquier regla moral existente. Los protagonistas se dedican a matar caprichosamente, violar, robar, practicar juegos sádicos con sus víctimas, etc. Saben que no tienen nada que temer de la policía puesto que los miembros de su organización tienen un salvoconducto con el cual ni siquiera pueden ser detenidos aunque hayan masacrado a todas las personas de un restaurante por puro capricho.
El autor constantemente defiende una postura "antisistema" que incita al lector a rebelarse contra el orden establecido (en algunas ocasiones, el protagonista insulta directamente al lector por vivir en un ficticio mundo de ensueño donde el consumismo masivo actúa como catarsis ante una vida vacía). El problema es que Millar se vuelca demasiado en la forma y descuida mucho el fondo. La novela no es más que una puesta en escena espectacular y controvertida en la que, cuando rascas un poco el barniz, no encuentras más que un argumento muy sencillito totalmente orientado a justificar la anarquía.
En este mundo sólo hay "malos". Todos los "buenos" fueron exterminados, por lo que incluso los personajes que tienen algún atisbo de sentimiento humano como la amistad en seguida son deshumanizados con algún comentario de otro personaje que nos recuerda los actos terribles que el primero ha llevado a cabo. Este es otro de los fallos que encuentro en el cómic. Constantemente nos están recordando lo malos malísimos que son todos, y creo que con decirlo una o dos veces ya era suficiente.
Eso si: el humor negro campa a sus anchas por todas las páginas de la novela, empezando por sus estrafalarios personajes (hay uno llamado "Cabeza de Mierda" que está compuesto por los excrementos de los mayores psicópatas de la historia, y otro llamado "Dos pollas" que, efectivamente, tiene una segunda polla malvada que controla el cuerpo de su huésped). Las situaciones de acción no le van a la zaga. Algunos de los superpoderes son absurdos, como por ejemplo el de un tío cuyo único poder es ser capaz de improvisar crucigramas en milésimas de segundo (?), o el del mismo protagonista, que consiste en que da igual la posición en que se encuentre o hacia donde dispare, siempre acierta a su blanco.
El dibujo es sobresaliente. De estilo fotorealista, tiene un nivel de detalle abrumador y no puedo decir absolutamente nada malo acerca del mismo. Un diez en este sentido.
Resumiendo: una historia plagada de violencia, sexo, humor negro y mensajes anarquistas que se queda en un festival explosivo carente de sustancia. Por supuesto, esta es mi opinión, dado que he visto otras críticas por Internet que lo valoran mucho más positivamente.
Recomendado como lectura ligera. (sólo son seis volúmenes cortitos).
La idea de la historia en sí es bastante atractiva: En una especie de realidad alternativa de nuestro propio mundo, los superhéroes y los supervillanos iban a la greña desde hacía muchos años. Finalmente, a finales de la década de los 70, los supervillanos decidieron hacer un frente común y se cargaron a casi todos los superhéroes del planeta. A aquellos que dejaron vivos, les borraron la memoria para convertirlos en personas grises, ciudadanos normales sin ningún recuerdo de sus vidas pasadas. Del mismo modo, eliminaron todo recuerdo de la gran guerra de las mentes del resto de ciudadanos del mundo.
Hoy en día, el mundo está dominado por cinco grandes organizaciones de supervillanos, operando desde las sombras dado que lo último que quieren es llamar la atención sobre su existencia. En todo este meollo, el protagonista de la historia (Wesley Gibson), es un mindundi sin ningún tipo de propósito en la vida más que levantarse, comer, trabajar y dormir. Todo el mundo le chulea, su novia le pone los cuernos y cada día se plantea el sentido de su existencia... hasta que conoce a "La Zorra": una asesina profesional que le introducirá en una de las cinco grandes organizaciones de supervillanos debido a que el padre de Gibson, de quien no sabía nada desde que era un niño y que resultó ser el mejor asesino del mundo, había sido ejecutado la noche anterior. A partir de aquí, Wesley descubrirá un mundo de violencia sin moral en el que se moverá a sus anchas.
Y ahora, mi opinión: El cómic es una auténtica salvajada, no sólo por el nivel de violencia que muestra (casi casi llega al de "Predicador", aunque sin alcanzar la barbarie de este último), sino más bien por la completa falta de cualquier regla moral existente. Los protagonistas se dedican a matar caprichosamente, violar, robar, practicar juegos sádicos con sus víctimas, etc. Saben que no tienen nada que temer de la policía puesto que los miembros de su organización tienen un salvoconducto con el cual ni siquiera pueden ser detenidos aunque hayan masacrado a todas las personas de un restaurante por puro capricho.
El autor constantemente defiende una postura "antisistema" que incita al lector a rebelarse contra el orden establecido (en algunas ocasiones, el protagonista insulta directamente al lector por vivir en un ficticio mundo de ensueño donde el consumismo masivo actúa como catarsis ante una vida vacía). El problema es que Millar se vuelca demasiado en la forma y descuida mucho el fondo. La novela no es más que una puesta en escena espectacular y controvertida en la que, cuando rascas un poco el barniz, no encuentras más que un argumento muy sencillito totalmente orientado a justificar la anarquía.
En este mundo sólo hay "malos". Todos los "buenos" fueron exterminados, por lo que incluso los personajes que tienen algún atisbo de sentimiento humano como la amistad en seguida son deshumanizados con algún comentario de otro personaje que nos recuerda los actos terribles que el primero ha llevado a cabo. Este es otro de los fallos que encuentro en el cómic. Constantemente nos están recordando lo malos malísimos que son todos, y creo que con decirlo una o dos veces ya era suficiente.
Eso si: el humor negro campa a sus anchas por todas las páginas de la novela, empezando por sus estrafalarios personajes (hay uno llamado "Cabeza de Mierda" que está compuesto por los excrementos de los mayores psicópatas de la historia, y otro llamado "Dos pollas" que, efectivamente, tiene una segunda polla malvada que controla el cuerpo de su huésped). Las situaciones de acción no le van a la zaga. Algunos de los superpoderes son absurdos, como por ejemplo el de un tío cuyo único poder es ser capaz de improvisar crucigramas en milésimas de segundo (?), o el del mismo protagonista, que consiste en que da igual la posición en que se encuentre o hacia donde dispare, siempre acierta a su blanco.
El dibujo es sobresaliente. De estilo fotorealista, tiene un nivel de detalle abrumador y no puedo decir absolutamente nada malo acerca del mismo. Un diez en este sentido.
Resumiendo: una historia plagada de violencia, sexo, humor negro y mensajes anarquistas que se queda en un festival explosivo carente de sustancia. Por supuesto, esta es mi opinión, dado que he visto otras críticas por Internet que lo valoran mucho más positivamente.
Recomendado como lectura ligera. (sólo son seis volúmenes cortitos).
4 comentarios:
Pues no había oído hablar de él (aunque, la verdad es que tampoco es extraño, ya que de cómic USA prácticamente lo único que consumo es de Vertigo, y los supers no son plato de mi devoción).
De todos modos, por lo que comentas, es bastante 'cascarón', todo testosterona y chicos malos, para disfrute de adolescentes (y más de un talludito tb, seguro).
Interesante reseña que me ayudará a ahorrarme un dinero, thanks a lot.
Hombre, algo de eso hay. La verdad es que el argumento está un poquiiito más curradete que otras gualtrapadas del estilo, pero sigue siendo un despliegue de testosterona.
Y algunos lo llaman "El Watchmen de los supervillanos". Manda huevos.
Violencia gratuita??? Pues como en los telediarios, tampoco será para tanto. Y ya veremos la peli en la que todo será super light.
Bueh. Es que en la peli no han cogido nada del cómic original. El otro día vi el trailer y es una sobrada rollo "Fast & the Furious" pero con pistolas.
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